La movilidad en Cúcuta se encuentra en un estado crítico, con múltiples problemas que afectan la fluidez del tráfico y la calidad de vida de sus habitantes. Uno de los principales dolores de cabeza se concentra en la avenida Los Libertadores, entre la calle 15 y el Patinódromo, donde la construcción de reductores de velocidad ha desatado el caos en horas pico. Estas obras, realizadas por la Unión Temporal UMC como parte de un proyecto de remodelación y embellecimiento del Malecón, han excedido considerablemente el plazo de entrega, generando molestias entre conductores y residentes de la zona.
Pero la problemática de movilidad no se limita a esta área. Barrios como La Merced y Pescadero sufren el secuestro de sus calles debido a la invasión del espacio público y la contaminación auditiva provocada por la gran cantidad de vendedores informales y establecimientos comerciales. Esta situación, arraigada durante décadas, ha creado un entorno caótico tanto para transeúntes como para los residentes de estos sectores.
Además, las ciclovías en el centro de la ciudad han generado más problemas que soluciones. La falta de estudios estratégicos de movilidad ha llevado a intervenciones mal planificadas que han angostado las vías y generado severos trancones, incluso provocando accidentes de peatones.
Uno de los aspectos más preocupantes es la mala gestión de las inversiones destinadas a mejorar la movilidad. Un ejemplo de ello es el "Plan de Movilidad Sostenible y Segura del Área Metropolitana de Cúcuta", para el cual se destinaron $3.300 millones. Sin embargo, a pesar de los fondos invertidos, no se han implementado políticas claras ni se ha dado cuenta de los avances del proyecto a la ciudadanía. Las firmas encargadas de su elaboración, Deloitte y Cal y Mayor, han presentado un plan de trabajo estructurado, pero su ejecución parece estancada.
La administración del alcalde Jorge Acevedo ha sido criticada por su aparente falta de atención a estos problemas urgentes de movilidad y seguridad en la ciudad. Mientras tanto, los ciudadanos continúan sufriendo las consecuencias de un sistema de transporte deficiente y una gestión ineficaz de los recursos destinados a mejorarlo.
Cúcuta enfrenta una crisis de movilidad que requiere medidas urgentes y una gestión transparente de los recursos públicos. Es fundamental que las autoridades municipales prioricen estos problemas y trabajen en soluciones concretas para mejorar la calidad de vida de todos los habitantes de la ciudad.
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