El ínfimo monto de 7 bolívares que equivalen a 1.50 centavos de dólar, sigue siendo el salario mínimo de los venezolanos desde el último incremento que dio el Gobierno el 1º de mayo de 2021. Este sueldo ubica a la población económicamente activa como la peor pagada del mundo y economistas señalan que ya el monto no es referencia, a pesar que 10 millones de personas entre trabajadores públicos, pensionados y jubilados lo cobren cada mes. La población ha tenido que ingeniárselas para generar ingresos extras laborando en la informalidad y quienes no pueden por el cansancio de los años, han tenido que quedar dependientes de los hijos y familiares que puedan enviar remesas desde el exterior.
Según el economista, Jesús Casique, director de la firma Capital Market Finance, desde que la revolución llegó al poder en 1999 ha habido 55 incrementos salariales. Solamente en la administración de Nicolás Maduro se han dado 33 aumentos del sueldo por decreto.
“Cuando llegó Maduro y tomó posesión del cargo, el salario mínimo en dólares era 86,4 dólares, y para el último incremento salarial de mayo 2021 fue de 2.4 dólares, que no corresponde con el salario actual que es 1,50 dólares mensual, es decir, ha ido disminuyendo. Desde mayo de 2013 hasta mayo de 2021 la caída del salario mínimo ha sido 97,2%”, resaltó.
Norlys Palacio, directora nacional de la Central de Trabajadores Alianza Sindical Independiente (ASI Venezuela), sostiene que la noticia que se hizo viral en las redes sociales el martes 25 de enero de un destacado profesor e ingeniero de la Universidad de los Andes de 82 años, hallado en estado de desnutrición junto al cadáver de su esposa, también docente universitaria y bionalista. Es la realidad de todo aquel trabajador del sector público que llega a la tercera edad y no cuenta con ayuda de ningún familiar.
“Vivimos por la gracia de Dios. Esa noticia no es amarillismo, yo conocía a esa familia. Un trabajador del sector público que no tenga hijos que le envíe remesas o lo ayude con los gastos del hogar corre el riesgo de vivir la misma suerte que esa pareja de docentes universitarios adultos mayores, porque el sueldo no vale nada”, soltó Palacio.
Contó que ella tiene 27 años laborando en la administración pública, de los cuales 14 los ha pasado en la Gobernación de Lara como administradora, y apenas alcanza a cobrar 120 bolívares al mes que equivalen a 25 dólares. “Siete bolívares es el salario base, cobramos un bono vía Carnet de la Patria de 15,40 bolívares que se llama bono de eficiencia, más un bono de complemento salarial de 46 bolívares, y un bono de estabilización salarial que representa el 80% del salario base, a eso se le suma primas de antigüedad y profesionalización que son montos irrisorios”, explicó.
Su paupérrimo sueldo ha hecho que tenga que trabajar horas extras como docente impartiendo tareas dirigidas a ocho niños todos los días. “Lo hago por dos horas diarias y con eso me puedo ganar 80 dólares al mes, explicando matemática y ayudando a investigar y hacer las tareas a niños de primaria”, relató Palacio, quien también recibe el aporte de sus hijos para comprar comida.
Según comentó Antonio Suárez, presidente de la Federación Unitaria Nacional de Empleados Públicos (Fedeunep), el trabajador que más gana en la escala salarial de la administración pública cobra al mes 25 dólares.
“No hablo del salario, me refiero a que percibimos ese monto en ingresos porque tenemos dos años cobrando bonos como un complemento salarial que no tiene incidencia en las prestaciones sociales ni en las cajas de ahorro. Ahora el presidente, Nicolás Maduro, habla de salarizar los bonos, pero en realidad no está haciendo nada. Lo que los trabajadores públicos exigimos es el incremento salarial, que podamos al menos adquirir una canasta alimentaria al mes”, exclamó.
Según el Centro de Documentación y Análisis Social (Cendas) la canasta alimentaria se ubicó en diciembre 2021 en 431,71 dólares. “Si el Ejecutivo nacional no puede pagar ese monto, que al menos cancele 60 dólares como salario base para los obreros y 120 dólares a trabajadores que sean bachiller y de allí ir subiendo la escala salarial”, opinó.
El economista, Jesús Casique, apunta que aunque el clamor de la clase trabajadora es que los salarios sean dolarizados, esa alternativa la ve poco probable porque para dolarizar el Gobierno tendría que cambiar la Constitución.
“Los salarios tienen que incrementarse por productividad y como el país tiene niveles de productividad muy bajos ahí está la consecuencia, como el populismo, la demagogia ha conllevado a todos estos desequilibrios que está atravesando la economía”, expresó.
De acuerdo con el economista, Gerardo Álvarez, datos de Conindustria señalan que la inversión privada ha disminuido desde 2013 en 80% y el parque industrial se ha contraído en igual porcentaje.
“En el año 1998 la industria generaba 1.472.000 empleos directos o indirectos, hoy apenas genera 532 mil puestos de trabajo”, dijo Luigi Pisella, presidente de Conindustria, durante una mesa técnica entre cámaras económicas regionales, desarrollada el jueves 27 de enero en Barquisimeto.
Fuente : https://www.lapatilla.com/
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