“Un pacto social en la Amazonía, con la población campesina, indígena, diversa de los núcleos urbanos y de quienes habitan en ríos”, orientó el mandatario para el cuidado del agua y la vida, en el país.
Gustavo Petro, presidente de Colombia. Foto cortesia
Durante el encuentro de alcaldes en la capital caqueteña, en donde destacó que la COP16 es “quizás el evento más importante que ha hecho Colombia en su existencia”, el presidente Gustavo Petro hizo un llamado a hacer un pacto por la salvaguarda de la selva, porque si esta se acaba “se muere la humanidad”, advirtió.
Precisó el mandatario que ese pacto debe ser con el campesinado y con recursos para desarrollar proyectos de bioeconomía, que incluyan energías limpias, e insistió en que los municipios participen en la conservación de la biodiversidad y la vida, con políticas orientadas al cuidado del agua y del suelo.
“Un alcalde, su función, de acuerdo con la Constitución, es cuidar la vida y el suelo donde vive la gente”, dijo. Sin embargo, expuso que ese no siempre ha sido el caso, ya que en ciudades como Bogotá lo que ha imperado es “la codicia” y la sed de expandir el negocio inmobiliario con una urbanización desmedida de la Sabana, al punto de hoy tener a la capital del país ‘ad-portas’ de quedarse sin agua.
“Construyeron metiendo más y más población, olvidándose que tanta población necesita agua y que si no había la oferta de agua suficiente era una estupidez. La democracia tiene que empezar a enseñar a elegir en un alcalde o una alcaldesa la ruta que se quiere para un territorio”, agregó.
“Si no queremos que la gente termine desesperada sin agua en la alta cordillera, hay que sembrar árboles, hay que llevar la selva hasta la cordillera y hay que hacer un pacto con el campesinado que está allí para dirimir por dónde se colocan corredores de selva y en dónde se produce y cómo, en esos corredores que hay que hacer para que los ríos aéreos sigan hasta la región”.
También indicó que “se puede producir ahí de una manera diferente que tener ganado, porque el ganado se come la selva” y que para ello se requieren recursos que permitan que la producción en esos territorios se desarrolle en armonía con el cuidado del ambiente.
Por último, recalcó el hecho de que la COP16 puede ser el escenario para elevar este pacto a escala global: “Tenemos que hacer un Pacto Mundial por la selva” que sea “un pacto social en la Amazonía, con la población campesina, indígena, diversa de los núcleos urbanos y de quienes habitan en ríos”, para “construir laboratorios de vida”.
Se trataría, así, de “un acuerdo que permita la prosperidad de la vida y no de la muerte”, puntualizó.
(Fin/pvc/fca)
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