El mundo sigue en vilo ante el reciente ataque con drones y misiles llevado a cabo por Irán contra Israel en represalia por el bombardeo a su embajada en Siria. Este incidente marca una escalada de imprevisibles consecuencias en una región sacudida por más de seis meses de conflicto entre el Estado de Israel y el movimiento islamista radical Hamás en la Franja de Gaza.
Según la más reciente actualización oficial, las Fuerzas de Defensa de Israel han contabilizado más de 200 proyectiles disparados desde Irán, la mayoría de los cuales fueron interceptados. La escalada se produce en medio de la guerra entre Israel y Hamás, en el poder en la Franja de Gaza, desencadenada por una sangrienta incursión de comandos islamistas en el sur de Israel el 7 de octubre.
Las FDI detallaron que "la gran mayoría de los misiles fueron interceptados fuera de las fronteras del Estado de Israel por nuestros sistemas de defensa aérea".
La televisión estatal iraní anunció que los Guardianes de la Revolución, el ejército ideológico de la República Islámica, llevaron a cabo el ataque en respuesta a lo que consideran "numerosos crímenes" por parte del régimen sionista, incluido el ataque a la sección consular de la embajada de Irán en Damasco y la pérdida de comandantes y asesores militares en Siria.
La operación, llamada “promesa honesta”, fue lanzada con la aprobación del Consejo Superior de Seguridad Nacional y bajo la supervisión del Estado Mayor general de las Fuerzas Armadas iraníes. Teherán había advertido previamente que el ataque al consulado en Damasco no quedaría impune.
El ataque al consulado, que resultó en la pérdida de dos generales iraníes, fue atribuido a Israel, aunque este último no ha reivindicado su autoría, lo cual es habitual en acciones en países vecinos. El líder supremo iraní, el ayatolá Alí Jamenei, ha afirmado que habrá "castigo" por este incidente.
El ministro de Exteriores de Irán, Hosein Amirabdolahian, ha intensificado sus contactos con gobiernos tanto de Oriente Próximo como de Europa en los últimos días, lo que refleja la gravedad de la situación y la búsqueda de una posible mediación para evitar una escalada aún mayor en el conflicto.
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