Cerca de 19 proyectos de vivienda, en punto de equilibrio, se ejecutarían con esos recursos y se crearían miles de empleos.
Las ventas de vivienda cayeron 58% en mayo, en Norte de Santander, de acuerdo con Camacol./
En Norte de Santander, el sector construcción requiere que se trace y se ponga en marcha la estrategia contracíclica anunciada por el presidente Gustavo Petro, el pasado 13 de abril.
En el departamento, se registra una caída en las ventas de vivienda de 67%, entre enero y mayo de 2023, comparado con el mismo periodo de 2022, y de 82,4% solo en mayo de este año.
Y en esta propuesta hizo énfasis el presidente de la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol), Guillermo Herrera, en entrevista con La Opinión, quien afirmó que hicieron los cálculos sobre los recursos que se necesitan para reactivar el sector y el empleo, ya que el billón de pesos anunciado en el presupuesto adicional para el Ministerio de Vivienda solo servirá para ponerse al día con la entrega de los subsidios de Mi Casa Ya.
Herrera precisó que se requiere del apoyo del Gobierno para que se inyecten $16,3 billones e iniciar 347 proyectos habitacionales en punto de equilibrio, que representan 108.836 viviendas VIS que tienen etapas con más del 70% comercializadas y más de un año en preventa.
En el caso de Norte de Santander, hay 2.207 viviendas en 19 proyectos con punto de equilibrio, que no han comenzado obra. Empezarlos generaría inversiones por cerca de $282.000 millones y 5.500 empleos directos en Cúcuta, Chinácota, Los Patios y Villa del Rosario.
“Hay oferta de vivienda con punto de equilibrio, es decir, que las familias han venido pagando su cuota inicial hace 12 meses o más. Toda esa inversión representa un aporte al crecimiento del 1,1% al Producto Interno Bruto (PIB)... Esos empleos que se generen son importantes para Norte de Santander”, afirmó el presidente de Camacol.
Recalcó que es una apuesta que se debe trabajar con el Ejecutivo Nacional y, por lo menos, debería irse considerando en la aprobación del presupuesto nacional del próximo año.
Herrera resaltó que otra alternativa sería una alianza con el Fondo Nacional de Garantías, con el cual ha conversado, para implementar un plan que podría cubrir garantías por el orden de $5 billones, no solo para vivienda VIS subsidiada, sino para todo tipo de VIS, y que tendría un prima con un costo muchísimo menor que tuvieron programas como Vivienda para Ahorradores.
Pequeño constructor y obrero, más afectados
De acuerdo con el presidente de Camacol, entre enero y mayo de 2023, en Norte de Santander se cancelaron 11% de las etapas de vivienda VIS, situación que es grave porque esta es una de las regiones en donde el 85% de las constructoras que desarrollan este tipo de unidades habitacionales son micro, pequeñas y medianas empresas; a nivel nacional esa cifra es del 92%.
La incidencia más alta de las cancelaciones está correlacionada con la presencia de empresas más pequeñas.
Guillermo Herrera añadió que esta situación no solo afecta gravemente al pequeño productor, sino que el empleo en familias de bajos recursos o vulnerables, porque más del 70% de los trabajadores es mano de obra no calificada (obreros).
Recordó que, en lo que va de año, la generación del empleo en el sector se paralizó, porque, según el DANE, hasta abril este se habían generado apenas 2.448 empleos en todo el país, cuando en promedio, entre 2019 y 2022, se generaron en los primeros cuatro meses de cada año 46.567 puestos de trabajo, o sea, se estiman 44.119 menos.
“Empezamos a ver un deterioro en el empleo. La necesidad de una estrategia contracíclica es para esto, porque esa actividad de comprar vivienda es lo que permite mover la construcción”, subrayó.
Agregó que si no se invierten recursos para reactivar al sector y de seguir el curso actual, sus estimaciones indican que se podrían perder hasta 150.000 empleos.
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